lunes, 31 de mayo de 2010

historia de los calvos

PELO A PELO PERDIENDO,… Pelo a pelo perdiendo, quien ha de ser calvo lo va siendo. Este refrán recuerda el paso del tiempo y que todos los hombres acaban en lo mismo. En general, señala que todos tenemos un sino en la vida y que, poco a poco, se irá cumpliendo nuestro destino. En términos concretos, advierte que el que va para calvo, lo quiera o no, será calvo. A propósito de los calvos hay que indicar que siempre han sido motivo de mofa y burla, en muchos lugares se les tachaba de astutos y lujuriosos (Aristóteles). Mas divertidas eran las bromas que los ciudadanos gastaban a los calvos en el siglo XVI y XVII, llamandolos “calvinistas”, en referencia a Calvino, el fundador de la herejía cristiana llamada calvinismo. Se han escrito
muchas sátiras contra los calvos, del poeta Francisco de Quevedo (1580 - 1645), sacamos un fragmento de una de estas sátiras. VARIOS LINAJES DE CALVAS Madres las que tenéis hijas, así Dios os dé ventura, que no se las deis a calvos, sino a gente de pelusa. Escarmetád en mí todas, que me casaron a zurdas con un capón de cabeza desbarbado hasta la nuca. Antes que calvicasadas es mejor verlas difuntas: que un lampiño de mollera es una vejiga lucia. Dice despues Quevedo que hay calvas sacerdotales (maridos que parecen curas), calvas jerónimas (como frailes bailones), calvas asentaderas, calvas vergonzantes, calvarios, calvas de mapamundi, aprendices de calvos y calva rasa.

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